Después de un largo día.. tras toda las presiones y los altibajos de la vida...
Con mi suave y dulce pijama de franela.. me meto en mi rinconcito, y me tapo, me guarezco con una suave colcha protectora y calentita...
Cuando estoy totalmente tapada hasta la barbilla, llegó el momento...
No de dormir, sino de pensar...
Es el momento de pensar en todo aquello que evito durante el día; ese tema que por una parte necesito olvidar ya y que por otra sé que para olvidarlo necesito reflexionar sobre ello...
Allí, en mi refugio, nadie me escucha, me siento a salvo, y puedo estar reflexiva e incluso triste si es el caso, sin que nadie me pregunte: "¿Qué te pasa?" "¿Estás bien?"
Por lo que me ahorro dar explicaciones que siempre acaban en mentiras...
A veces pienso en ese chico, otras simplemente recuerdo y me enrabieto por errores pasados.. pero mi rinconcito me calma automáticamente, y hacen que nada sea tan grave...
Es por eso que hoy quería hablar de ese momento tan especial, que pocas veces valoramos..
Sea ésta una entrada aburrida, pesada o simplemente extraña, tenía que decirlo, explicarlo... y destacarlo.
La vida está llena de tristezas y alegrías, pero siempre estará tu cama para salvarte de su ajetreo...
LoRe.
2 comentarios:
me encanta ese momento! muy bien descrito, me han dado ganas de adelantar el reloj y meterme en la cama! Ali.
¡Que bonito! ¡Qué reflexión! te encontré casualmente por twitter (Me seguías no se por qué) jeje y he decidido ponerte en mis blogs que siempre seguiré. Tu forma de ver la vida es muy seductora, y me gusta mucho.
Sigue así y mucho ánimo, yo me voy a ese lugar tan especial... a soñar con mil y unas proezas que quizás nunca llegue a conseguir, pero que hago todo los días al cerrar los ojos.
Un abrazo muy fuerte!!
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