Detestable soledad, te escribo porque eres la única que me escucha, que siempre está ahí, y que jamás me falla. Cuando no me queda nadie, tu me recibes con los brazos abiertos. Entonces, ¿Porqué no te soporto? ¿Porqué tu sola existencia en mi vida me llena de angustia y desesperación? Eres aquella a la que todos temen y de la que todos huyen, refugiándose desesperados en cualquier hombro que se ofrezca. Cuando tú apareces, llenas de sufrimiento incluso a aquellos que su apariencia es de hierro, y eres la causa del fin de muchas vidas. Así que, por si no te ha quedado claro, no te queremos. Siempre has estado a nuestro lado, incondicionalmente, cuando nadie más estaba, pero no queremos que aparezcas más en nuestras vidas, ni que nos acompañes en nuestros caminos, ni que te acerques jamás a ninguno de nosotros. Queremos que te quedes sola, así como nos haces sentir a nosotros; y luego, queremos que desaparezcas.
Se despide: Una Solitaria Bien Acompañada.
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